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El significado más antiguo que conocemos de la palabra ‘ahorro’ es: libre. Posteriormente nació el verbo, es decir; la acción de “dar libertad” que evolucionaría a “librar a alguien de algo”. Este concepto -el que más se aproxima a nuestros días- se encuentra construido a partir de tres pilares clave: economizar, prever y proveer. Pudiendo afirmar por tanto que el ahorro del hoy nos acercará a la libertad del mañana.

Para ello, es de vital importancia la rentabilidad del destino que decidamos para nuestros ahorros, o lo que es lo mismo, el retorno de unos beneficios. Sin embargo, esto no es tarea fácil pues los mercados financieros son cada vez más volátiles y cualquier hecho puede convertirse en un factor que alterará su naturaleza y marcará una nueva dirección.

A continuación, te presentamos los diferentes destinos donde invertir tus ahorros, entre los que se encuentran algunos que tal vez conozcas, y otros que quizás puedan sorprenderte. Esperamos que su lectura te ayude a dar el impulso que necesitas para acercarte a la libertad del mañana.

Tipos de ahorro

El ahorro puede clasificarse en dos tipos: ahorro privado y público.

¿Qué es el ahorro público?

El ahorro público se produce a través de los ingresos del Estado; esos que recibe a través de los impuestos y otras actividades, de los cuales una partida se dirige a la inversión social, infraestructura, justicia y seguridad nacional, entre otras necesidades. Para ello, sus ingresos deberán ser mayores que sus gastos y presentar un superávit fiscal.

¿Qué es el ahorro privado?

Es aquél realizado por organizaciones privadas que no pertenecen al Estado, entre las que se encuentran: familias, empresas e instituciones sin ánimo de lucro.

Continúa leyendo este artículo para ampliar información acerca del ahorro de las familias y el destinado a la jubilación o post jubilación.

Datos sobre el ahorro en España

El 90% de los hogares españoles ignoran los diferentes vehículos que existen para gestionar sus ahorros. En 2020 los hogares españoles alcanzaron la tasa de ahorro más alta desde 1999, con un 14,8% de su renta disponible, 8,5 puntos superior a la de 2019. La irrupción de la pandemia sanitaria; el confinamiento, las limitaciones de movilidad y restricciones de aforo condujeron a las familias a ahorrar 108.844 M€, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si bien durante 2021 la estela de reveses que el Coronavirus ha dejado a su paso unida al incremento de precio de la energía, los carburantes y el coste general de la vida provocado por la tendencia alcista que el IPC está experimentando ha provocado que el 38% de los hogares redujera su ahorro, un porcentaje que asciende hasta 53% en el caso de aquéllos afectados económica y laboralmente.

Tal y como recoge Red Ventures (RVU) en el informe elaborado con motivo del Día Mundial del Ahorro, el 43% de los españoles no alcanza a ahorrar más de 100 € mensuales y un 23% de los mismos no consigue ahorrar nada por no disponer de ingresos suficientes. La falta de ahorro es un problema que perjudica a todas las edades, especialmente a lo más jóvenes y los más mayores. Las personas con menor capacidad de ahorro son las que se encuentran entre los 55 y 65 años.

Nuestro país se posiciona dentro de la UE con un total de ahorros invertidos en activos financieros de los más inferiores frente a Países Bajos, Reino Unido, Dinamarca y Alemania. Activos que ascendieron a 2,46 B€ al finalizar el tercer trimestre de 2021. Esto significa, que más de un 40% de esos ahorros se mantiene en cuentas corrientes, depósitos y efectivo y más de 1 B€ que no producen ningún tipo de rentabilidad a cambio. Una reseñable cantidad económica dentro del marco de unos mercados financieros cada vez más volátiles, donde cualquier suceso es susceptible de transformarse en un factor que alterará el curso de estos espacios de activos tambaleándoles y redirigiéndoles en una nueva dirección.

Sin embargo, la inversión en depósitos también ha disminuido, alejándose de ser esa modalidad tradicional que ofrecía máxima seguridad y rentabilidad a corto plazo.

Destino del ahorro de las familias

La fluctuación del ahorro de las familias –renta disponible menos consumo privado e impuestos– depende de los hábitos adquiridos como resultado de la economía y el mercado financiero.

Uno de los agentes que cambia el destino de los ahorros es la crisis económica. Recordemos la crisis que estalló en España en 2008 y finalizó en 2014. Ésta provocó que la población que hasta entonces invertía en vivienda o depósitos bancarios, redirigiera sus inversiones a instrumentos colectivos (fondos de inversión, fondos de pensiones, fondos de seguros y SICAVs).

El Observatorio de Ahorro Familiar apunta que la educación financiera influye notablemente en los niveles de ahorro de las familias. Prueba de ello son las tasas de ahorro de quienes cuentan con este tipo de conocimientos y quienes no, llegando los que forman parte del primer grupo al 80% frente al 40% del segundo. La institución señala que el 90% de los hogares españoles ignoran los diferentes vehículos que existen para gestionar sus ahorros, y el 44% desconoce las bases del mercado financiero.

El estudio ‘Confianza del Inversor español del primer trimestre de 2020’ llevado a cabo por J.P. Morgan, indica que la falta de previsión y planificación es uno de los denominadores comunes entre la población para ahorrar o invertir. Por un lado, el 30% ahorra o invierte cuando dispone de una cantidad de dinero acumulada, y el 15% realiza aportaciones cuando observa una buena oportunidad sea cual sea el momento. Por otro, un 18% ahorra e invierte de manera periódica sin planificación previa, y el 16% tienen objetivos financieros y se planifican para lograrlos. Entre otros datos, cabe señalar que nueve de cada diez españoles tienen dinero en al menos un depósito bancario. Esto lo convierte en el primer destino de ahorro, por delante los planes de pensiones; tan sólo uno de cada cuatro ahorradores se atreve a la compra de acciones o fondos de inversión.

El Observatorio de Pensiones de Caser recoge en su estudio sobre ‘Perfiles de ahorro ante la jubilación según las nuevas tendencias del mercado’ que: el 58% de los españoles se plantea ahorrar si existieran opciones más sencillas e innovadoras, así como, el 60% de los participantes no ha oído hablar de fórmulas de ahorro asociadas a los hábitos de consumo.

El ahorro destinado a la jubilación

El ahorro destinado a la jubilación es un tipo de ahorro privado mediante el cual las personas invierten voluntariamente parte de sus ingresos como garantía de bienestar futuro. Hay diferentes instrumentos donde invertir el capital y obtener una rentabilidad a cambio. Entre los más habituales se encuentran: los planes de pensiones y los fondos de inversión.

Un plan de pensiones es una manera de ahorrar de forma provisional a largo plazo con el objetivo de disponer de un patrimonio (capital o rentas) llegado el momento de la jubilación, además de contar con algunos beneficios fiscales como la reducción de la base imponible del IRPF. Las aportaciones realizadas por los partícipes son invertidas por los gestores del plan siguiendo unos criterios y política previamente establecidos. Así, el titular obtendrá el dinero depositado durante el periodo de tiempo que haya permanecido adscrito junto a la rentabilidad que éste le haya podido generar en el momento del rescate.

Un fondo de inversión es un instrumento de ahorro más amplio que reúne el patrimonio generado por las aportaciones periódicas de un número de partícipes para cubrir una serie de contingencias. De esta manera, el inversor confía sus ahorros a un profesional que analiza el mercado y busca oportunidades que generen su máxima rentabilidad. El total de estas aportaciones individuales se invierte en instrumentos financieros como acciones, valores de renta fija, derivados o una combinación de varios de ellos.

Además de los planes de pensiones y los fondos de inversión existen otros modos de obtener rentabilidad de nuestros ahorros como son los seguros de ahorro. Estos son productos comercializados por las aseguradoras que prometen la garantía de una rentabilidad al cabo de un tiempo. El cliente abona una prima periódica y queda establecida la fecha antes de la cual no se podrá realizar el rescate.

Hay dos tipos de pólizas de ahorro: las de prima única, donde el capital queda aportado desde el inicio de la subscripción, y las de primas periódicas, el capital se aporta con regularidad cada mes, trimestre o semestre, etc. (Planes Individuales de Ahorro Sistemático, Planes Individuales de Ahorro a Largo Plaza, Planes de Previsión Asegurados o pólizas de vida-ahorro, entre otros).

España ocupa el cuarto lugar como país de la UE que menos beneficios fiscales proporciona al ahorro privado para la jubilación. Hecho que podemos comprobar tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio 2022 en los que se vuelve a castigar el ahorro privado reduciendo de 2.000 € a 1.500 € las aportaciones a los planes de pensiones individuales. Si bien esta cifra puede ser incrementada en 8.500 € adicionales a través de contribuciones empresariales o colectivas, pero con existiendo un límite máximo de aportaciones de 10.000 € anuales.

Esto no sólo convierte a España en uno de los países con menos incentivos al ahorro, además de limitar la capacidad de ahorro en fases de recuperación con este tipo de restricciones, sino que dichas medidas son contradictorias con el objetivo fijado por la Unión Europea de impulsar el ahorro voluntario individual para la jubilación mediante los Planes de Pensiones Paneuropeos (PEPP) que los países miembros deben transponer antes de junio de 2022 a sus ordenamientos jurídicos.

El ahorro como fondo de contingencias post jubilación

Los planes de pensiones son productos financieros que nos permiten ahorrar durante la etapa de actividad laboral. Esto nos conduce a pensar que una vez alcanzada la jubilación no será posible continuar invirtiendo. Ésta es una idea equivocada. Las aportaciones podrán seguir con una serie de condiciones:

  • Siempre y cuando no se haya cobrado rescate parcial o total.
  • Si ya se ha procedido el cobro, el dinero invertido con posterioridad será destinado a dependencia o fallecimiento.

La inflación. Una de las amenazas para nuestros ahorros

La inflación es la subida continua de los precios de los bienes y servicios durante un período de tiempo. El incremento de los precios provoca la devaluación de nuestro dinero. Esto no sólo afecta a nuestro poder adquisitivo, pudiendo comprar menos bienes que antes, sino que también perjudicará a la rentabilidad de nuestros ahorros. En febrero de 2022, la inflación se disparaba al 7,6% en España y alcanzó máximos que no se veían desde 1992. Los interesados en comprobar si lo ahorrado genera riqueza deberán restarle el efecto negativo de la inflación. De esta manera sabrán si han perdido dinero o no.

Zertum: una forma manera de invertir en patrimonio

La volatilidad de los mercados financieros es una característica que nos crea cierta inseguridad y miedo ante la rentabilidad futura de nuestros ahorros. Por eso, una buena idea es diversificar –parcial o totalmente– el destino de estos y considerar propuestas innovadoras cuya inversión a largo plazo nos conduzca hacia un horizonte de posibilidades como es el caso de Zertum.

La misión de Zertum es la accesibilidad a pequeños y medianos ahorradores a la inversión inmobiliaria profesional. Sus proyectos inmobiliarios de residenciales son cuidadosamente seleccionados y concebidos para destinarlos al arrendamiento de larga duración. De esta manera, Zertum persigue dar impulso a la cultura y autonomía financiera de las personas para lograr su conversión de ahorradores pasivos a inversores inmobiliarios activos, responsables e informados.

Unirse a uno de nuestros proyectos significa participar en la transformación del entorno urbano, a través de sociedades de propósito exclusivo dedicadas a la promoción y posesión de inmuebles. Esto requiere una alta y cualificada experiencia tanto por parte del inversor como del lado de la gestión.

Estas son algunas de las características de la inversión:

  • Ser socio.
  • Participar activamente en la toma de decisiones.
  • Rentabilidad recurrente estable.
  • Mantenimiento del valor invertido a largo plazo.
  • Moderado coste fiscal.
  • Buena protección contra la inflación.
  • La experiencia, la visión, los recursos y la convicción de su equipo le convierten en un destino de confianza para tus ahorros.